Cortina de humo y hiel sobre la Operación Puerto
Al final ha pasado. La Operación Puerto se queda en borrajas. Un auto de la Federación de Ciclismo deja en suspensión cautelar la retirada de licencias a la panda de drogados y ultrabombados abiertamente identificados en los documentos incautados en la redada del pasado 23 de mayo. Esa que pretenden hacer pasar como que nunca haya sucedido. Hasta El País se muestra conciliador y genuflexo.
Fíjense en la sucesión de acontecimientos: un día después de la presentación del Tour, la Federación da a conocer su insólita decisión. Para que no se hable durante la presentación de la gran ronda francesa, la única esperanza (arbitraria, pero es a lo que hay que aferrarse) de que esta banda mafiosa siga donde se ha pasado la mitad de la temporada: en el ostracismo, fuera de un ciclismo al que han manipulado de la misma manera que su sangre.
Algo se venía oliendo; no el habitual olor a carne quemada, sino de la gente que se prepara para que todo siga siendo como antes.… Leer más