Piti vuelve a ladrar
Al que le parezca ofensivo el titular, que no siga leyendo. Bastantes años de ciclismo tengo encima para poder escribir con calma sobre la enésima demostración de dopaje del Alejandro El intocable Valverde, el ciclista merecedor de crónicas tan babosas como la que Carlos Arribas perpetra hoy en El País, que ya de entrada pide olvidar. Como si fuera tan fácil. Cómo si fuera posible. O que decir de Gómez Peña, desde hace tiempo rendido al lado oscuro del ciclismo. Todos rendidos ante Valverde, todos convertidos en sus loros, como en Morzine fueron papagayos del insufrible Landis, como serán de cualquiera.
Desconozco como pasó la noche del 22 al 23 de mayo nuestro protagonista. Si que conozco que su médico y algunas personas que lucharon por ficharle acabaron con los huesos en la cárcel. ¿Sudores fríos? Quizás. Menos mal que Arribas estaba al quite y ya descartaba que estuviese en la trama de la Operación Puerto, citando “fuentes oficiales”.… Leer más