¿Y ahora qué?
Favorecido por un recorrido muy propicio, donde poner cuestas al final de cada etapa solo ha servido para aumentar la humillación, Pogacar ha terminado por arrasar en la Vuelta a Andalucía. Se prevía que el arrasazo de la primera etapa serviría para llevar la carrera atada y no permitir ningún ataque, y al final el campeón esloveno ha sumado un par de etapas más, su gregario otra, y dejando la carrera como un solar.
El número uno del mundo, además, ha ganado en directa competencia a una parte significativa de sus rivales más cualificados para grandes vueltas. Quizás sea exagerado dar ese epíteto a Mikel Nada, pero por jerarquía (tercero en el último Giro, superado por los caníbales Hindley y Carapaz) lo sigue siendo, aunque por edad (34 años) estamos en sus últimos estertores. El de Andalucía, en concreto, muy bueno.
Otro gran rival derrotado netamente ha sido Enric Mas (segundo en la última Vuelta, cuatro grandes vueltas en el top-five), y aplica lo mismo que para el corredor alavés: gana poco o nada, y su reciente ambición por levantar los brazos en carreras y citas que le son extrañas le han llevado a cruzarse con Pogacar.… Leer más