Ya ha acabado el Giro de Irlanda

Ya ha acabado el Giro de Irlanda

Mientras escribo esto el Giro está en su primera -de tres- jornada de descanso, cuando apenas se han disputado tres etapas. Es la herencia de Michele Acquarone, el visionario director que iba a cambiar el ciclismo de manera que durase 1000 años, y que ha cambiado de trabajo antes de lo que esperaba. Por ahí sigue rumiando su resentimiento, para el que lo quiera leer. Este post está dedicado a todos los auxiliares de la caravana del Giro que en un día y dos noches tienen que hacer 4h de ferry y 2700 km. hasta Bari. Sí, Dublín-Bari por carretera: ni el que asó la manteca.

El Giro de Irlanda ha resultado un éxito de público: lleva un evento deportivo a una región deprimida y aislada -y el Ulster cumple con creces ambos requisitos- y siempre tendrás ese resultado, independientemente del deporte. Auténticas muchedumbres de espectadores tanto en la CRE como en la primera etapa, y bastanta menos en la que llegaba a Dublín, que para algo es capital y menos dada a este tipo de exaltaciones de un evento extraño y foráneo. … Leer más

Una edición centenaria e intranscendente

Una edición centenaria e intranscendente

Tampoco queda tan lejos (2007) cuando se podía titular con pleno convencimiento “el ciclismo australiano por fin gana algo”. De ese mismo año y ese mismo mes también son también estos dos titulares, de plena actualidad: “Valverde, otra vez segundo en una gran cita” y “Valverde, un subcampeón nato”.  De hecho, leyendo el último enlace, descubro con sorpresa que ya se cita otro nombre que fue clave ayer: el gran corredor holandés Peter Weening, fundamental en el triunfo de Simon Gerrans en la Lieja-Bastogne-Lieja de 2014.

La carrera, al revés que en 2007, fue de todo menos trepidante. Apenas ningún movimiento de favoritos, con un ritmo cansino -Tony Martin tirando en la Redoute del pelotón- que propició que llegasen hasta 30 corredores a la cuesta final de Ans, lo nunca visto en esta clásica y con este recorrido. El más activo fue Domenico Pozzovivo, que atacó junto a Arredondo en Roche-aux-Fauçons, y después volvió a hacer lo mismo en la subida a Saint-Nicolas, ya en pleno arrabal de Lieja, esta vez en compañía de un resucitado Giampaolo Caruso, un joven Liberty de manual, y que curiosamente también mereció un post en 2007.… Leer más