Tres semanas, ocho segundos, un libro

Tres semanas, ocho segundos, un libro

Dentro de la inflación de libros ciclistas que inundan el limitadísimo mercado español se ha producido una de esas coincidencias que no son tales. Dos editoriales han publicado, con apenas una separación de un mes, dos libros sobre el mismo tema. Uno es de un autor español y está publicado por la editorial de libros de evasión Contra; otro es de autor anglosajón y corre a cargo de la editorial de libros de ciclismo Libros de Ruta. ¿Adivinan cual es mejor?

No hace falta ser muy sagaz. Con sus limitaciones Tres semanas, ochos segundos  de Nigel Tassell pasa por ser un libro de ciclismo bastante llevadero, a pesar de su estructura simplona en torno al Tour de 1989, aupado a la categoría de uno de los más grandes de la historia, especialmente por su resolución final en la famosa contrarreloj de París. Hacer un libro de ciclismo donde cada capítulo se corresponde con una de las semanas de la carrera, y cada subcapítulo con uno de los días de competición habla bien del producto editorial en cuestión, y el tipo de audiencia a la que se dirige.… Leer más

Óscar Freire: Opera selecta (y II)

No hacer nunca

Sanremo 2004
Sinceramente, una de las fotografías más icónicas del ciclismo. Un clásico para siempre y para enseñar en todas las escuelas de ciclismo. Erik Zabel, Mr. Sanremo (durante cinco años seguidos fue 1º-1º-2º-1º-1º) llevaba dos años sin oler la carrera, en parte por caídas. Vestido con el maillot de campeón alemán, y tras un sprint imperial que le iba a colocar en la fabulosa cifra de cinco victorias en La Clasiccisima, el experto alemán cometió un fallo para la historia del ciclismo.

Se puso a alzar los brazos sin haber cruzado la línea de meta. Freire, que venía embalado, aprovechó para estirarse al máximo y consiguió superar al desdichado alemán en el último metro, dejando una estampa que, insisto, pasarán décadas y la veremos igual que vemos las de Van Steenbergen y Van Looy: la misma cara de sorpresa, el mismo momento fugaz, los dos grandes campeones, el momento de la decepción.… Leer más

Nunca llegarán a abuelos

Por lo menos tuvo tiempo de despedirse. Morirse con 50 años significa que lo has hecho todo muy deprisa: ganar el Tour en tu primera participación, retirarte diez años después con un palmarés entre los mejores de la historia del ciclismo, hacer muchos enemigos, ganar muchas condolencias.

Laurent Fignon fue un ciclista excesivo, el último de los grandes campeones franceses, el último que pudo luchar por la victoria en un Tour y que perdió por los ocho segundos más famosos de la historia de este deporte maravilloso. En la hora de su muerte parece haber aglutinado una extraña sensación que nadie hubiese dicho jamás que podría provocar: pena.

Su temperamento le situaba, en cierto modo, en el objetivo más fácil. Rival de nuestro españolísimo Delgado y marcadamente francés, lo más fácil era odiarlo. Y a fe que se empeñaba en ello, como el famosísimo escupitajo a la cámara de TVE al bajar del tren que lo llevaba a París en la mañana del día que perdió el Tour, el momento más recordado de su carrera como ciclista.… Leer más