Laporte mejora el Dauphiné

En la previa del antiguamente conocido como miniTour de France se ha escrito poco sobre los velocistas. Es una carrera que siempre les ha dado la espalda, volcada como está en la montaña -llegando a celebrar ediciones con todos los finales en alto, afortunadamente no se ha vuelto a repetir- y donde gente como Cipollini,  Freire, Petacchi o Cavendish jamás han ganado una etapa.

Este año las tres primeras etapas se prestaban a una llegada al sprint, y así ha sido. Han sido tres llegadas magníficas, después de etapas más o menos reguleras -ninguna sorpresa aquí-, más bien pensadas para poner en el mapa desconocidas poblaciones francesas, monstrando sus encantos a la luz del helicóptero.

Y el sorprendente dominador en dos de las tres llegadas ha sido Laporte, que no es propiamente un sprinter de grandes llegadas, y menos en una carrera donde estaban Groenewegen o el cada vez más mediocre y estúpido Bennet.… Leer más

Engánchate a la Vuelta

No me gusta la Vuelta. No siento ningún vínculo especial con la carrera, la misma que ha coronado a gente como Horner o Álvaro Pino, la de Urdax y la de Guillén. Además, me pilla muy mal en agosto, han hecho una salida de Holanda que se han fumado a imitación de la Hungría y la de Dinamarca, y creo que muchas veces no es ciclismo de alta competición.

Que alguien que piense lo contrario rebata esto. Se hace muy cuesta arriba seguir la carrera en sus primeros compases. Ni los propios ciclistas lo hacen; o sea, no estamos hablando de las fugas de mierda que caracterizan las grandes vueltas por etapas, del prólogo extranjero de tres días o de otras cosas comunes con el Giro o el Tour: es que en agosto hay otras cosas que hacer. Los mismos ciclistas lo interpretan así.

Tres días en Holanda, con CRE incluída, la primera en una Gran Vuelta desde 2019, también casualmente en la Vuelta.… Leer más

El ciclismo limpio (I): ¿un nuevo superequipo?

En las dos últimas temporadas tres equipos se han repartido las tres grandes vueltas que hay en el calendario ciclista. Tanto en 2020 como en 2021 el Giro ha ido al Ineos, el Tour al UAE y la Vuelta al Jumbo, estas dos últimas con los mismos corredores. Existen dos superequipos, y está el UAE que tiene un supercorredor con un equipo de acompañamiento.

La situación podría verse alterada si nos creemos las noticias que llegan desde Alemania. El Bora se ha desprendido de la carga que suponía Sagan -desde que cumplió los treinta un lastre salarial y deportivo-, y se ha puesto a fichar de manera ávida y abundante. Para esta temporada nada menos que cinco corredores en absoluto anónimos, y repartidos entre velocistas y corredores de general.

Quizás aquí esté su mayor debilidad. Un superequipo no tiene un velocista, y mucho menos un treno. Se vio con el UsPostal, se vio con la Patrulla Canina en sus cuarenta años de tobogán, y se ve actuamente con el Ineos y el Jumbo, que ha enseñado la puerta de salida Groenewegen, sin buscar sustituto alguno.… Leer más

Lo que queda del Tour (I): Pinot, desaparecido en combate

Lo que queda del Tour (I): Pinot, desaparecido en combate

Apenas habrán pasado nueve meses desde el último Tour disputado, y parecen eones. Tal es el poder de la rutina y la propaganda, que hace que demos por normal que uno de los favoritos a ganar la edición de 2020 está actualmente desaparecido, porque el ciclismo es ansín.

Thibaut Pinot había acabado segundo en aquel Dauphiné de cinco etapas, las cinco acabadas en alto. No había ganado por un mal cálculo de la fuerzas de Daniel Felipe Martínez el último día, y aún así fue considerado como la mejor actuación en una vuelta de prestigio del corredor francés: si ha sido capaz de acabar segundo en el pequeño Tour, qué menos que hacer un gran Tour. Por francés. Por trayectoria. Por superar el abandono de 2019, justo cuando parecía que podía aspirar a algo más que el podio.

Pues no. Se cayó el primer día de las caídas en Niza y, aunque llegó a París, fue una sombra del corredor que se esperaba.… Leer más

Un Giro pobrísimo

Un Giro pobrísimo

Después de un comienzo de temporada espectacular -con algunas de las mejores ediciones de la historia en Itzulia o Tirreno, por poner un par de ejemplos-, había muchas expectativas depositadas en un Giro de Italia que tenía una participación sensiblemente mejor a la de otros años. Con más de la mitad de la carrera disputada, el balance no puede ser peor.

Etapas fumadas continuamente, etapas con prestigio histórico o sobrevenido regaladas a la fuga, continuamente ganadores que jamás habían ganado en una gran vuelta y, lo que es peor que todo, el pelotón deseentiendose continuamente, lo que explica los anteriores puntos. No hay hambre de ganar, y uno se pregunta de qué hay hambre. No de ciclismo, desde luego.

El insulto de la Ravenna-Verona se cumplió punto por punto, con imágenes del líder de la carrera riéndose y de charleta a 30 km. de meta. La fuga fue para los estajanovistas designados como tales, que un día tras otro se escapan sabiendo que jamás van a llegar: parece como si la victoria de Van den Hoorn el segundo día hubiese exorcitado al pelotón, y ahora es todo cuestión de pasotismo total, o jugar al gato y al ratón con los fugados.… Leer más

Pagar por esto

No entiendo por qué una región o país paga un pastizal -a veces, hasta el 50% del presupuesto total- por albergar las primeras etapas de una gran vuelta. Rara vez se ve de manera espectular la zona, rara vez se ve espectáculo, y dudo muchísimo de ese retorno siempre estimado en “mil millones de espectadores de 180 países diferentes”.

Se está viviendo estos días en la bellísima región del Piamonte italiano que, no contenta con pagar por los tres primeros finales del Giro 2021, también albergará dos etapas en el final de la carrera. En total cinco etapas totales o parciales, una cuarta parte de la carrera. Una exageración, sin correspondencia alguna con la inversión que habrán hecho.

Vean si no el prólogo de ayer en la bellísima Turín. En las dos últimas horas de emisión no se mostró nada de las muchísimas bellezas que puede ofrecer la ciudad-capital, que se concentraron antes de las tres de la tarde, cuando la probabilidad de un espectador conectado para ver una crono eran bajísimas.… Leer más

Pogacar gracias a Matxín

De la escapada el que más lejos llegó fue Oier Lazkano, un corredor de 21 años con hechuras para superar el techo de cristal del Caja Rural. La etapa estaba dentro de los parámetros normales, con un tramo llano-paisajístico por la llanura alavesa, con sus pueblos castellanos y ninguna casa fuera de los núcleos habitados.

Esos parámetros indican que habrá una fuga, y que será neutralizada en los kilómetros finales. Es una pena que un corredor con la planta y proyección de Lazkano no intentase su aventura en un terreno más propicio, ahí donde un buen rodador -en la fuga también iba Mikkel Honoré, por ejemplo: se nota que Deceunick no tiene rematador- puede plantear un órdago al pelotón, y de vez en cuando ganar.

Donde nunca pasará algo así es una etapa con un final tan duro como el de la montaña de Llodio descubierta hoy, una cuesta de cabras  con final en una ermita.… Leer más

Rodar y ganar

Rodar y ganar

Que Deceuninck haya vuelto a ganar en Harelbeke no es ninguna sorpresa. Estamos hablando de la misma prueba que Boonen ganó cinco veces, o que el equipo había ganado en las dos últimas ediciones a cargo de Terpstra y Stybar. Es la prueba por excelencia de Lefevre, en donde se despliega de manera más efectiva su única táctica: tres o cuatro corredores capaces de ganar, y el primero que lo intenta se lleva la palma.

Se han oído cosas aberrantes sobre lo realizado por Asgreen el viernes pasado. A mí no me ha parecido para tanto. Las capacidades del danés son sobradamente conocidas. No es inferior a ningún corredor del pelotón en el llano, el terreno donde se decide esta prueba, y la gran mayoría de las citas del norte. De hecho, se podría decir que es superior a los corredores que aspiran a ganar en esas carreras, y lo es en gran parte por el equipo en el que corre.… Leer más

¿Chaves? ¿En serio?

Resulta difícil creer que tras las dos etapas de montaña de la Volta el mejor corredor haya sido Esteban Chaves. En el fondo, la Volta no se puede quitar de encima ese marchamo que tiene con este tipo de corredores, y eso contando que el colombiano ha logrado cosas importantes. La pena es que fueron en otra vida.

Ayer fue segundo, y hoy ha ganado la etapa reina con un ataque a siete kilómetros de meta -lejano, en los estándares actuales-, resistiendo el ritmo de caza del trenecido Ineos. El mejor corredor de los Pirineos es uno con el que nadie contaba, uno que había anticipado el rápido declive de la generación de 1990 ya en 2018, con su recordadísimo blancazo en el Giro de Italia.

Blancazo permitido y auspiciado por su equipo, en el que ha militado siempre, al margen de sus cambios de nombre, hasta el actual de Bike Exchange, tan próximo al de una ONG como el de Manuela Fundación.… Leer más

Alaphilippe a lo Freire

Alaphilippe a lo Freire

Si ayer el Jumbo hizo doble en París-Niza y Tirreno-Adriático, hoy ha sido el turno del Deceuninck, de una manera más colectiva (la manada de lobos, ¿no?) y coral, como corresponde a su espíritu. Tanto la victoria de Alaphilippe, como por supuesto la del mediocre Bennet, responden a los sacrificios de los compañeros más que al mérito propio.

Y si otra cosa tienen en común ambas etapas es que han sido una mierda. A 50 km. de meta no había ni fuga, ni ritmo competitivo, ni nada, simplemente corredores yendo a orinar y el Duo Cómico de TVE insistiendo en la peligrosidad de cunetas, tránsitos por poblaciones, y el resto de palabras hueras con las que llenan la retransmisión cuando el pelotón decide hacer una etapa de piernas caídas.

En la carrera francesa se ha llegado con media hora de retraso. No hubo ningún aliciente, y el interés residía en ver los pinchazos y cómo, a pesar de todos los protocolos que pone la UCI para la seguridad de los ciclistas, los equipos siempre intentan que continue el esclavo cuando se ha caído.… Leer más