Todo acaba llegando
En el Tour 2004 Thomas Voeckler, por entonces 25 años, se tiró diez días con el maillot amarillo. Quizás fue la última vez que el gran público supo de él, a pesar que en todo este tiempo ha conseguido muchas victorias y ha sido un corredor muy constante en su mejor característica: muy batallador. Es el reducto -como Chavanel puede atestiguar- en el que se han quedado confinados los corredores franceses. Simplemente porque ha estado en mil fugas se merecía la victoria que llevaba muchos años buscando: una etapa del Tour de Francia.
Las circunstancias no parecían muy propicias. Se llegaba a Perpignan entre un paisaje mediterráneo que nos recuerda lo que una vez hubo en España y no volverá a haber jamás: pinares hasta el mar, grandes franjas de litoral sin construir y bellísimos pueblos como Coilloure. Por supuesto, todo llano y lleno de gente en un horror vacui, salidos de su letargo en ese turismo naif e inocente que es campismo tan habitual por esa zona.… Leer más