El Armstrong de la regularidad
Erik Zabel, uno de los ciclistas que marcan época, ha tenido a bien mejorar su confesión de dopaje realizada en 2007. Como entonces, no lo ha hecho por iniciativa propia -por aquel entonces fue víctima del dominó Telekom-, sino porque su nombre aparece en la lista de dopados del Tour 98 que hemos sabido a raíz del informe del Senado francés, aunque la UCI la conocía desde 2005.
El sibilino alemán ha recuperado súbitamente la memoria y lo que fue entonces una ridícula confesión de “una semana de EPO durante julio de 1996” se ha ampliado a un dopaje continuo entre 1996 y 2003 (con todo lo disponible, incluyendo autotransfusiones en 2003), que en el fondo ni el mismo se lo cree: aunque fue profesional hasta 2008, y hasta ese mismo año obtuvo resultados de relieve aunque francamente decrecientes, pone fin a su relación con jeringuilla y la mandanga en fecha tan lejana para asegurar su palmarés, puesto que las sanciones deportivas no prescriben hasta 8 años de la infracción.… Leer más