La difícil puesta en escena del Giro
Era una apuesta difícil: el Giro de Italia coincidía en fecha nada menos que con el decisivo choque futbolístico de hoy (Milán-Juve) y con el GP de España de Fórmula 1, los dos deportes que más han erosionado la tradicional inclinación transalpina por el ciclismo. Para mitigar los efectos de esta competencia tan perjudicial, a los organizadores se les ocurrió este sprint parado de 1.150 metros, por la noche (prime-time televisivo, aunque los sábados no existe ese concepto) y encima dejaron a Cipollini salir cinco minutos antes del primer corredor a hacer su última payasada (vestido de rosa, tiene narices). El problema de arriesgar tanto es que te puede ganar una carrera que no marca diferencias un absoluto desconocido como Lancaster, un australiano clase 79 con prometedores resultados (etapa en Malasia el año pasado, buenos puestos en carreras italianas. Ah, que también es campeón olimpico de persecución por equipos y campeón del mundo de la misma especialidad en 2003 y 2004).… Leer más