La difícil puesta en escena del Giro

Era una apuesta difícil: el Giro de Italia coincidía en fecha nada menos que con el decisivo choque futbolístico de hoy (Milán-Juve) y con el GP de España de Fórmula 1, los dos deportes que más han erosionado la tradicional inclinación transalpina por el ciclismo. Para mitigar los efectos de esta competencia tan perjudicial, a los organizadores se les ocurrió este sprint parado de 1.150 metros, por la noche (prime-time televisivo, aunque los sábados no existe ese concepto) y encima dejaron a Cipollini salir cinco minutos antes del primer corredor a hacer su última payasada (vestido de rosa, tiene narices). El problema de arriesgar tanto es que te puede ganar una carrera que no marca diferencias un absoluto desconocido como Lancaster, un australiano clase 79 con prometedores resultados (etapa en Malasia el año pasado, buenos puestos en carreras italianas. Ah, que también es campeón olimpico de persecución por equipos y campeón del mundo de la misma especialidad en 2003 y 2004).… Leer más

Cosas que sólo se ven en el Giro

El Giro de Italia fue durante un tiempo la carrera por etapas más importante del mundo. Sí, aunque parezca mentira visto el gigantismo y en endiosamiento que padece el Tour. Fue en el período 1947-1953, cuando Bartali, Coppi y Magni disputaban su carrera con una pasión y una intensidad inusitada. El ciclo tuvo su fin cuando los dos primeros envejecieron y cuando Francia descubrió su ídolo en Bobet, el primer corredor que encandenó tres triunfos seguidos en la Grande Boucle. Desde entonces siempre ha ido un paso por detrás de la ronda francesa, a la que ha ignorado y dado la espalda según fuesen de rutilantes las estrellas de cada generación. El dato más descarnado para confirmar esta extraña relación es ser italiano y tragar con esta triste estadística: entre 1973 (Gimondi 2º en el Tour) y 1990 (Chiappuci repite posición) ningún italiano se sube al podio de la carrera francesa.… Leer más

Casagrande, el penúltimo de 1970

Nacer en Prato no es fácil. Aunque es una ciudad con señas de identidad propias, industria y un duomo precioso, la cercana presencia de Florencia, con la que mantiene una rivalidad muy propia de un país que siempre ha cultivado los dualismos, ha hecho que la ciudad en la que nació Francesco Casagrande hace 34 años siempre haya sido la olvidada en una región tan llena de encantos a la vista como la Toscana, patria de grandísimos ciclistas. Desde Bartali hasta Bettini, pasando por Magni, la cuna de Dante siempre ha establecido una relación especial con el mundo del pedal, aunque nunca tan fecunda como la generación que está viviendo su eclipse: el ya citado campeón olímpico, Cipollini, Bartoli, Tafi, Ballerini y Casagrande, el que despuntó primero y el que parecía destinado a reinar durante más tiempo.

Tras un 1994 donde ganó un puñado de clásicas italianas, en 1995 ya se citaba entre los favoritos para el Giro de Italia, e incluso se mantuvo en primeras posiciones durante los diez primeros días, para acabar 10º final tras un gran sufrimiento en un carrera que fue dura, dura, como eran los Giros de mitad de los años 90.… Leer más

El desafío de Ivan Basso

La historia de Ivan Basso es bastante rara en el ciclismo. Señalado para reinar desde sus más tiernos años, cuando ya obtenía destacados puestos como la segunda plaza en el Campeonato de Europa Junior de San Marino 1995 (4º Iban Mayo), ha ido cumpliendo una por una todas las etapas de un proceso que en un 90% de los casos, especialmente cuando se trata de un italiano, se quedan truncados. Ya nadie se acuerda del campeón junior de 1995 (Valentino China), pero Basso se ratificó en 1998 ganando el arcoiris amateur en Valkenburg, en una carrera de ensueño donde mostró la enorme clase que tiene dentro. Tampoco tenía que ser un dato definitivo, son muchos los italianos que brillan en categorías inferiores y después viven apenas dos temporadas de profesionalismo, o una vida en el anonimato de la profesión: Lopeloboselli, Sgnaolin, Lunghi, Nocentini, Giordani o el desaprovechado Figueras, por citar los más recientes.… Leer más

Lefevre, un hombre sin pelos en la lengua

Lefevre, director deportivo del Quick Step y anteriormente de los años gloriosos del Mapei y del Domo-Farm Frites (sobre el recae la responsabilidad de las múltiples tripletas en Paris-Roubaix), siempre ha sido un hombre sin pelos en la lengua: en el año 2003 llamó “vago” a Fred Rodríguez por querer vivir de por vida de los réditos de su notable primavera de 2002, en donde fue segundo en Milán-San Remo y en Gante-Wevelgem, siempre por detrás de Cipollini. Lo acabó echando del equipo. Recientemente ha dicho lo mismo de Pecharromán y de un famoso ciclista granadino, el que ganó en los Lagos en 2001 y apuntaba para gran figura. Ninguno de los dos ha alcanzado la forma mínima para ni siquiera ser convocados para el próximo Giro de Italia. Sobre el manchego, que decir tras su explosión en la Bicicleta Vasca y la Volta de 2003: no se le ha vuelto a ver.… Leer más

Botero aprovecha su oportunidad

Corría el año 2002 y Botero había ganado, enrolado en el Kelme, dos etapas en el Tour y una en la Vuelta (la maravillosa con final en León, subiendo Pajares como un perro de presa), cumpliendo también una notable contrarreloj final con llegada en el Bernabeú, aunque lejos del estratosférico A.González, el máximo favorito para el circuito mundialista de Zolder en apenas una semana…llegó Botero y gano el arcoiris CRI, entre el delirio doble de unos colombianos que veían ganar a un compatriota en Bélgica y en contrarreloj. Fichado a golpe de talonario por el Telekom, siguió la línea de todos los que se fueron del Kelme en loor de multitudes y que después mordieron el polvo (A.González, Sevilla, Heras el primer año en USPostal), que en el caso del Telekom fue auténtica ojeriza. El equipo germano fichó para el año 2003 con ambiciones de sustituir a Ullrich, y todos fracasaron horriblemente: Savoldelli, siempre por los suelos; Aerts, desconocido e inédito; Evans, brillando en su Vuelta a Austria y el 4º puesto de Lombardía 2004; Botero, cuyo mejor resultado fue 3º en Alcobendas 2003; y Nardello, que al menos consiguió ganar el GP de Zürich 2003 (ante Ullrich), pero muy lejos del corredor polivalente del Mapei.… Leer más

Contador tiene a tiro el Tour de Romandía

Ventajas de postear tarde los fines de semana: iba a hacer la crónica de la etapa de ayer en Romandía y me encuentro con Contador ha ganado la etapa de hoy y ya es cuarto en la general a 19″ del liderato en vísperas de la crono de 20 km. de mañana en Lausanne. La etapa de ayer la ganó Cunego, con dos ataques decisivos, ante Menchov, Botero y Atienza, al que hacía muchísimo tiempo que no se le veía por delante, más incluso que al colombiano de oro. Botero se puso además líder (hoy ha cedido ante Cunego) gracias a aguantar delante, tras flaquear Pereiro y el resto del Phonak, incluyendo a un Valjavec muy lejos de la forma del año pasado en esta misma carrera.

Así pues, mañana Contador tiene que recuperar 19″ a Cunego, 16″ a Botero y 6″ a Menchov. Visto lo bien que anda contra el crono el chaval de Pinto, y considerando que Botero hace tres temporadas que no firma una contrarreloj decente (desde que ganase el arcoiris CRI en Zolder) Contador es el máximo favorito: ya ha ganado una CRI ProTour, la del País Vasco, y ante rivales como Julich o Di Luca que se salía….Hoy… Leer más

El fin del ciclismo (tal y como lo conocemos)

Algún día contaremos a nuestros nietos la edad de oro del ciclismo en televisión. Aquella en la que bastaba sentarse delante del televisor un día cualquiera y ver bellos paisajes españoles, en diferentes estaciones, y de vez en cuando buenas carreras. Desde que a principios de la década de los 80 la televisión irrumpiese en un deporte que en España tenía claros síntomas de extinción, la caja tonta ha sido fundamental en la expansión del ciclismo como uno de los deportes nacionales, primero con el Reynolds que devolvió al pelotón español al Tour de Francia en 1983 y después con la conocida historia de Perico, Indurain y la bella fábula de la Once, de cenicienta a caníbal. Sin televisión, que multiplicaba por mil el impacto publicitario que buscan los patrocinadores de los equipos, nada hubiese sido posible, al menos en una España donde los empresarios dispuestos a invertir en un extraño deporte que no cobra entradas tampoco estaban dispuestos a desembolsar grandes cantidades.… Leer más

Petacchi, quince en la temporada y primera en Suiza en su carrera

No hubo color: la primera etapa del Tour de Romandía, tras el prólogo ganado por Pereiro por 23 milésimas sobre Savoldelli (al italiano siempre se le han dado bien los prólogos) fue a parar a manos de la máquina de acumular victorias que es Petacchi. Significativamente, es la primera de toda su carrera en Suiza, país donde Cipollini ganó una decena de etapas entre Romandía y Vuelta a Suiza: todavía sigue habiendo matices entre el brillo de uno y de otro, aunque ya sea oscuridad por uno de los lados. Por detrás, Steels segundo y cuarto Garzelli, al que siempre se le ha dado bien el país alpino: victoria final y etapas en la Vuelta a Suiza de 1999 y en el Tour de Romandía, la última el año pasado. Quinto Jose Iván Gutierrez, que siempre ha tenido punta de velocidad y que a ver si tiene suerte en las carreras ProTour, una vez que Valverde ha entrado en el parón para afrontar el Tour.… Leer más

Cipollini sprinta hacia su última meta

Deprisa, deprisa es el título de la mejor película de Carlos Saura y vale muy bien para definir la vida deportiva de Mario Cipollini, que ayer de sorpresa y por medio de un comunicado de prensa anunció su retirada de la vida deportiva tras 17 campañas de profesional y más de 170 victorias (las 189 que se repiten por ahí incluyen criteriums). Cipollini fue un corredor dotado por la naturaleza con unas condiciones para la práctica del ciclismo realmente excepcionales: su volumen de VO2X, la longitud de sus piernas y sus watios de potencia podían haber hecho de él un corredor con objetivos mucho más ambiciosos de los realmente logrados, que no son pocos: Cipollini ha sido uno de los mejores sprinters de la historia, algo que Petacchi nunca será. Ya en su campaña de debut (1989, que lejos queda) ganó una etapa en el Giro al tavolino, como se dice en Italia cuando es por descalificación del contrario, y desde entonces sólo falto a su cita anual con la carrera que le hizo grande en los años 93 y 94, la primera por preparar el Tour (fue líder gracias a estar enrolado en la locomotora del GB-MG, nada menos que con Museeuw y Jaskula para la CRE) y la segunda por la tremenda caída en la etapa de Salamanca de la Vuelta, aquella con Adriano Baffi.… Leer más