¡Vuelve el coco!
Y no, no, el titular no va por el increíble Roberto Laiseka -un corredor de belleza cubista-, que con 36 años todavía puede ganar grandes carreras, sino por Lance Armstrong, que ayer anunció que volvía a la práctica ciclista. Pero igual que me negué a entrar en el juego-espectáculo de su retirada, hablaré primero del ciclismo y después del circo, donde vuelve el jefe de pista, dispuesto a meter la cabeza en el león, hacer equibilibrio sobre una cuerda floja y malabarismos con sus hijos, precisamente la razón por la que se retiraba.
La Vuelta llegaba a Cerler, otrora un puerto mítico dentro de la complicada geografía montañosa que tenía la carrera española en los años 80 y 90. Curiosamente, no se subía en carrera desde 1998, y nadie lo había notado en falta. Y para qué, si ayer subieron todos los favoritos cogidos de la mano (el único ataque relevante fue el de Sastre, estilo acelerón como los que hizo en el Tour), en una etapa recortada al suprimirse un puerto por desprendimientos.… Leer más