Vuelve la peste naranja
La capacidad del ciclismo para sorprender con situaciones vergonzosas para este deporte parece no tener fin. A los conocidos casos de ciclistas humillándose personalmente de las maneras más ignomiosas para un adulto, y organizadores e incluso la UCI comportándose como enemigos del propio ciclismo, se une ahora lo que parecería una broma macabra, si no fuese porque está a punto de hacerse realidad.
No hace falta recurrir a la memoria para acordarse del Euskaltel, el malhadado equipo que desapareció a finales de 2013 de una de la más maneras más gloriosas que se recuerdan: habiendo fichado una serie de corredores que no entrarían ni en la primera escapada del Mundial, estos lo agradecieron dejando un reguero de positivos, sin duda un homenaje sincero a González de Galdeano y su salbutamol.
Robert Vrecer, esloveno, dio positivo por clomifeno en la Vuelta a Polonia; Serebryakov, ruso, optó por la tradicional EPO en marzo; el marroquí fue despedido después de agosto por bajo rendimiento, y el griego agradecía al equipo haberle dado la oportunidad de realizar el sueño de su vida: participar en una Roubaix, donde consiguió acabar.… Leer más