Una hora de lloros, mocos y presión
El esperpento anual de la Itzulia hoy se ha superado a sí mismo. Afortunadamente, no ha habido sangre de por medio (bueno, sí, pero no de esa que piensan), y sí una situación de carrera que ha acabado anulando a la carrera en sí misma, que fue disputada y entretenida.
Los favoritos se metieron en refriegas, con una etapa loca donde todos intentaron sus opciones. Quien sale más reforzado es Schachmann, que no coronó con los primeros el paso por Gainza, pero que se sabe el libro de ruta (guiño, guiño) y aprovechó la bajada para coger a la docena larga de corredores que coronó por delante suyo.
En Lazkaomendi, una rampa indigna del ciclismo profesional, pues todos a retorcerse y hacer como que atacaban, pero que realmente era coger algo de distancia para no caerse. Por ahí pasó Contador en una de sus cuatro Itzulias ganadas, y ahí sigue su record de subida.… Leer más