¿Qué pasa cuando un río se cruza en tu vida?
No se si ustedes conocen Caja Duero. Quizás sí. De ser una caja como tantas otras, ha aprovechado estos últimos años para crecer, expandir su red de oficinas, ofrecer depósitos fantasmágoricos (12% de entrada, pero el TAE al 4% pelado) y algunos golpes de mano de los que me gustaría saber el origen, como colocar cajeros en las estaciones del Metro de Madrid. Mas allá aún: ha tenido algunos de los productos de inversión más rentables de este país, aunque eso no se si es motivo de elogio o de fruncir el ceño. Una caja como otra cualquiera, ahora integrada -en una operación sin apenas eco en los medios- con el resto de cajas castellano-leonesas, porque esta bendita crisis acabará con el panorama cajas como archipiélagos, atolones o barcos pirata.
Con una activa agenda cultural, la Caja cuenta con la típica revista de comunicación corporativa. Aquí me confieso: soy adicto a ese tipo de prensa.… Leer más