Un señor y un niñato

El juego de calendario que la UCI permite y ampara desde hace años al solapar la disputa de la París-Niza con la Tirreno-Adriático permite una comparación evidente y necesaria entre ambas carreras, especialmente porque este año los kilómetros finales de las diferentes etapas estaban coincidiendo. Hasta hoy.

Mientras en la prueba francesa el nivel es bajísimo, en la italiana es todo lo contrario. Eso se nota en el nivel de las fugas -cuando las hay-, en la disputa por la etapa, o en lo abierto que pueda estar la general. Parecen dos ciclismos diferentes, o dos realidades paralelas de lo que puede ser este deporte según se comporten sus principales protagonistas, los ciclistas.

Es lo que ha pasado hoy, y todos los días precedentes. En París-Niza, una prueba que por segundo año consecutivo verá cercenada su última etapa, los corredores volaron durante todo el día, llegando a meta con gran adelanto.… Leer más