Sagan deja un hueco irremplazable
Peter Sagan es un corredor único: te puede rellenar las tres semanas de competición de una gran vuelta. Lo hace en las etapas llanas, lo hace en fugas, lo hace en sprints intermedios, y llega a la última semana con capacidad para seguir haciendo lo mismo, pero con montaña. También ayuda su faceta extradeportiva, quizás la más incómoda de un superciclista que al mismo tiempo es un personaje de sí mismo, quizás ya devorado por él.
Por eso mismo el genio de Zilina ha protagonizado las dos últimas etapas del Tour. Dos etapas auténticamente del Tour, con sus pros y sus contras: recorrido longilíneo evitando las grandes ciudades, fuga consentida, final programado. Ya nada se deja al azar, y precisamente Sagan es uno de esos pocos corredores que se saltan el guion, que improvisan cosas, que mejorar el nivel de cualquier carrera en la que participa, pero que ya no podrá hacerlo en el Tour.… Leer más