¿Etapas o general? Si eres de Bilbao, la dos cosas

En la última etapa del Tour el intrépido Josué Elena le había puesto a Peio Bilbao la alcachofa de la entrevista. Se había llegado al Puy de Dome, y el ciclista le pidió que fuese breve, que soplaba viento. No fue breve, porque el gacetillero siempre tiene que adornar todo con su presencia, y el ciclista tampoco lo fue.

Con su habitual estilo lastimero, llorón, confesó que su equipo le había pedido que tenía que hacer la general, y que por eso había apretado tanto en el final. Lo decía con pena, se lo aseguro, y a ver si alguien puede recuperar la entrevista. “Me han pedido que haga la general”, y se veía que lo que quería era ir en escapadas.

Hoy ha cumplido ambos objetivos. Con creces. Se ha metido en la fuga, ha ganado la etapa, y ha subido al quinto puesto de la general.… Leer más

El yacimiento arqueológico de Orcieres-Merlette

El yacimiento arqueológico de Orcieres-Merlette

Como era de esperar, Politt se escapó en un terreno que no era el suyo. Ya se vio en el Tour del año pasado, donde tenía vedadas las etapas llanas -donde un corredor como él ha ganado históricamente pulsos al pelotón-, y libres las etapas de media y alta montaña. Un papelón para un corredor que pasa del metro noventa.

El primer final en alto del Tour, y en la cuarta etapa. Recorrido muy bonito rodeando el macizo de Devoluy, una formación rocosa descarnada, con cierto aire a los Dolomitas,  y por una zona de los Alpes no excesivamente masificada. Los ciclistas fueron rápido -o al menos en fila india-, pero la escapada volvía a estar sentenciada de partida.

Seis corredores, dos de ellos del Israel: el citado Politt y el interesante Neilands, otro gigantón muy polivalente; además, estaban también Vuillermoz, dos franceses sin caché -representado al Total y al B&B- y Benoot, que había perdido tiempo en los días previos.… Leer más

La Sanremo hace (aún más) grande a Nibali

La Sanremo hace (aún más) grande a Nibali

El argumento ya ha salido aquí repetidas veces: para que en el ciclismo pasen cosas tiene que haber distancia. La Sanremo es una carrera que desespera a los true believers del ciclismo -la mayoría de ellos, de aluvión- porque aparentemente no pasa nada, aunque haya distancia. En realidad, pasan un montón de cosas que difícilmente se traducen en esa concepción de espectáculo que ha ido formándose en los últimos tiempos: el momento youtube, el buenos contra malos, el un puntito de más.

Con toda seguridad, nada de lo que pasó en los últimos ocho km. de esta edición de Sanremo hubiese sucedido de no haber habido antes 286 km., la mayor parte de ellos bajo el agua y frío. Eso, y el viento de cara, hizo que la media de la carrera fuese la más baja en décadas, propiciando asimismo una resolución de la carrera que no se veía desde mucho tiempo atrás.… Leer más