El ciclismo no necesita gente como Piepoli

Vaya banda. Y cómo han acabado todos, incluyendo el único en activo

Con su permiso, voy a colgarme una medallita por lo acertado de este titular de 2008, aun actualizando la edad. Leonardo Piepoli ha roto su silencio de cuatro años y lo ha hecho para pedir trabajo: ahí fuera hace mucho frío y el escalador de la Puglia pide volver a ser admitido en el circo en alguna de las funciones auxiliares.

El patético momento viene acompañado de una entrevista que es muy indicativa de la asquerosa omertà del ciclismo y del viejo adagio de “el ciclismo ha cambiado”. Antes de pasar a ella, conviene recordar que durante dos meses Piepoli negó haber tomado lo mismo que Riccò en el Tour 2008, hasta que el antidopaje lo dejó desnudo. Preventivamente, el Saunier ya lo había expulsado. Porque sabían, claro.

¡Piepoli! ¡Qué bonito sería que hablase! Un corredor que volaba en aficionados en Italia, que pasó a profesionales muy cacareado, que militó y compitió en España en los años de la EPO a gogó -ganando no pocas carreras- y que, pasada una edad que llevaba al retiro, empezó a ganar etapas en grandes vueltas, esas carreras donde nunca le llevaban en el Banesto de los santos Unzue y Echavarri, que nunca supieron nada.… Leer más