El club de las cabalgadas exitosas en solitario saluda a un nuevo miembro

Seguramente alguien habrá hecho ya el cálculo, pero da un poco igual. Lo que antes era excepcional –que un corredor en solitario se impusiese en una gran prueba con un ataque lejano– se ha convertido en habitual. Sabíamos lo de Pogacar, también lo de Evenepoel (¡un saludo!) y por supuesto lo de El Nietísimo; ahora se ha unido al club Mads Pedersen.
Vivimos tiempos excepcionales, que algunos califican de “Edad de Oro”, y ojo del que discrepe, como advirtió hace poco Carlos de Andrés, poniendo voz de mofa: “ya están los que critican las victorias desde lejos, ¡benditas sean!”. Ya. El problema son las preguntas que dejan, igual que en épocas no muy lejanas dejaban preguntas los gregarios que andaban más que los jefes de fila, los equipos que llegaban con los ocho integrantes a pie del último puerto, o el gregario que tiraba durante 2/3 de una etapa alpina, y sin pedir relevo.… Leer más