#quépenalodeAndorra
Ha venido bien que la última etapa antes del primer parón -aquí son parones, en las demás grandes son días de descanso- de la Vuelta a España fuese una mierda pinchada en un palo, hasta tal punto que se asistió, por vez primera, a un sprint lanzado en cuesta de burros, aunque no haya sido presentado como tal: de lanzador ejerció un inesperado Mikel Nieve, y de rematador Chris Froome.
El británico de la bilharzia corre la Vuelta contra sí mismo, y gusta de ir dejando sus miguitas en los sitios donde cayó derrotado, o donde había ganado. Si en 2015 se empeñó en volver a ganar en Peña Cabarga, este año ha querido brillar en Andorra (donde perdió la Vuelta 2015 por una caída) y ahora en Cumbre del Sol, donde se inició el dumoulinismo, en gran parte por dejar planchado un par de veces al gran tirano de la época.… Leer más