Triste final de Tour

La segunda y última etapa de los Alpes quedó jibarizada de 130 km. a 95 km. porque un brote de peste vacuna en el alto de Saisies amenaza la caravana, no se sabe si con una zoonosis, o con agrios ganaderos cortando la carretera porque las instituciones sanitarias iban a sacrificar su cabaña, cuando ellos creían que estaba perfectamente (da igual cuando leas esta última frase).
Dejando aparte las innumerables metáforas e implicaciones que se podrían sacar de este suceso, la etapa fue un horror, como indica su distancia, la falta de fuerzas de los ciclistas, y su incapacidad para plantear algo diferente. No paso absolutamente nada, salvo en dos implicados.
El primero de ellos, el gigantesco Primoz Roglic. Provocó, otra vez más, el corte para la fuga del día y, subiendo el Col du Pre (hipocresías De Andrés estaba asombrado de su dureza y belleza, había olvidado las ascensiones en 2018 y 2021) ya se fue en solitario tras quitarse de rueda a Paret-Peintre.… Leer más