Otro portugués en Suiza

Otro portugués en Suiza

La edición 2025 del Tour de Romandía no pasará a la Historia por ningún motivo particular, salvo por el surgimiento o reafirmación de varios jóvenes. Ha tenido alguna etapa sumamente entretenida -por supuesto, no eran las reinas o señaladas-, todo dentro de un modelo de carrera repetitivo hasta la extenuación, y que atrae poca novedad.

Por ejemplo, el repetido esquema de un prólogo y una crono final, por lo que la carrera se queda reducida a cuatro etapas en línea y dos cronos, por culpa de lo reducido del espacio de la Suiza francófona, y que obliga a que las etapas se conviertan en bucles que rozan la parodia. En esta edición no han podido faltar nuevos ejemplos de esta característica típica de la carrera, y no especialmente positiva.

El prólogo fue para el desconocido británico Samuel Watson del Ineos, que en la ridícula distancia de 3´4 km.… Leer más

Nueva hazaña de Pogacar

Es inútil hacer una previa de la Flecha Valona, volver a contar la última vez que llegó la fuga, y pretender que la carrera es algo más que un patapúm p´rriba desde hace muchos años. Demasiados, dado que en los últimos tiempos han caído como naipes varios récords del ciclismo, incluyendo varios de la #EPOGoldenAge.

Había cierta expectativa por lo que pudiese hacer Remco Evenepoel en su tercera carrera de la temporada. Al fin y al cabo, si ha conseguido mejorar en su sprint, y también subiendo puertos largos, ¿por qué no iba a poder hacerlo en un sprint en cuesta? O, por lo menos, que intentase una de sus cabalgadas en solitario.

No pasó nada de eso. La carrera fue un sopor aderezado por el mal tiempo, y donde las únicas novedades eran los abandonos -entre ellos, Skjelmose- bien por caídas, bien por flojera con la lluvia. El único movimiento interesante lo protagonizó un trío noruego -dos X-Uno, más Tobías Foss- y bueno, el pelotón jugó con ellos al gato y ratón hasta la reintroducida cota de Cherave (se subía tres veces), donde ya los neutralizaron.… Leer más

Segunda París-Niza para Jorgenson

Hubo muy poca cosa en la París-Niza 2025, una edición que será recordada por las penosas condiciones meteorológicas que padecieron los ciclistas -y tampoco para tanto-, sus caídas y quizás, quizas, por el ganador, un americano con una calculadora en la cabeza, y que ha visto su camino expédito.

Una situación bastante diferente a la vivida en 2024, cuando ganó el último día y no pudo lucir el maillot amarillo salvo en el podio de Niza. Este año su mayor rival estaba en su propio equipo, dado que Vingegaard quería ganar la carrera, y el Jumbo lo había alineado para que se quitase el mal sabor de boca de la paliza que le dio Pogacar en 2023.

Es algo típico en el equipo holandés, heredero del Rabobank, y dentro de poco de nuevo con el mismo patrocinador: “en este equipo siempre hay un plan B”, dijo una vez Freire, bien sabedor de cuando enviaban a Tankink por delante, muchas veces desbaratando planes.… Leer más

Kuss te envía un kiss

Ni el más optimista pensaba que en la ascensión al Pico del Buitre (Teruel) pudiese pasar algo. El único precedente, de 2019, se saldó con una mierda de etapa donde el pelotón regaló la victoria a una de las peores fugas posibles -una con dos corredores del Burgos, patrocinador de la carrera y con tres positivos-, y acabó ganando un ciclista que provoca pena y compasión, y aún más después de lo que hizo, como mendigar una PlayStation porque su cerebro de chorlito (el gorrión) no le da para más.

Ayer fue infinitamente mejor; de hecho, fue una gran etapa de ciclismo, inesperada y sorprendente. En el pelotón corría el rumor de que el Quick Step tenía cagalera y otras dolencias no especificadas, e incluso Bagioli tuvo que abandonar. Eso, y lo extremadamente repugnante de las dos anteriores etapas -sendos sprints para Groves, después de dos fugas del día ridículas a cargo de anónimos-, espoleó al pelotón, donde no se formó la fuga hasta el  km.Leer más