¿Qué le pongo? ¿Diesel o gasolina?
Hace unos días el periódico católico italiano L´Avvenire, que sobrevive gracias a las ayudas publicas, publicaba una noticia-bula que les han colado como un gol. Todo comenzó hace un mes y algo, cuando viendo el extraordinario rendimiento de algún corredor en las grandes citas del norte, se empezó a utilizar la metáfora de que tenía un motor, la típica metáfora deportiva.
La cosa, porque no tiene otro nombre, fue creciendo en foros y otras fosas sépticas muy dadas a este tipo de cosas, los mismos sitios donde se esperan resurreciones mágicas de corredores, el ciclista siempre es inocente y qué malo es el ProTour. La leyenda urbana creada consistió en decir que algunos ciclistas están utilizando bicis motorizadas para mejorar su rendimiento en competición, cuando es bien sabido que el ciclista no truca su aparato, sino el organismo.
Una vez dada la pista libre al desatino por parte de L´Avvenire, se sumó al carro el periodista semianalfabeto Cristiano Gatti desde Il Giornale, el periódico de la familia de Berlusconi.… Leer más