Qué horror de Giro de Italia
¿Por qué hay crónicas de la etapa de ayer, sobre el papel la reina para muchos de los que analizaron el recorrido hace cuatro meses? Pues por lo mismo que, cuando no pasa nada, hay un corresponsal diciendo “normalidad en las carreteras”, mientras se ve de fondo una carretera con coches.
La industria del ciclismo incluye a los informadores -disculpen que no los llame periodistas- que, aunque no pase nada, van a soltar su morcillote diario, en muchos casos para justificar su presencia en carrera. Resulta que ayer se cercenó en gran medida la etapa, porque el Giro es una carrera sometida al chantaje constante, y Mauro Vegni una persona que pide a gritos ser relevada.
Ningún cronista de los desplazados a la carrera ha sido capaz de reconstruir cómo se ha llegado al desatino de quitar dos de los cuatro puertos previstos, y ni siquiera ha tenido las ganas de subir al Pordoi para ver si, efectivamente, estaba tan impracticable como se decía.… Leer más