La hipocresía de Aldag
El padre de Rudicio, modelo de Aldag |
Rolf Aldag se despacha agusto en el Sueddeutsche Zeitung ante el conocido Andreas Burkett. El antiguo escudero polivalente de Ullrich (un percherón que tiraba en montaña y llano como un jefe de filas, y que la última semana del Tour se metía en escapadas a ver si sonaba la flauta), que después confesó su dopaje sistemático durante toda su vida deportiva y que, empero, era uno de los principales directores deportivos del superequipo HTC (doble campeonato del mundo en Copenhague, por ejemplo), ha tenido a bien desahogarse una vez fuera del mundillo.
Este es el requisito indispensable: se ve fuera y por eso raja. Cuando todavía estaba dentro, nada de nada, y cuando confesó públicamente su dopaje tampoco se vio especialmente perjudicado. Al igual que nuestro conocido y siempre recordado Igor González de Galdeano, cambió el sillín por el sillón del coche de equipo con una rapidez pasmosa, o vergonzosa si tenemos en cuenta su pasado.… Leer más