Mira que me sabe mal por ciertos colectivos que habían apostado porque esta era una Vuelta diferente, con etapas de montaña con “puertos encadenados” y no se qué zarandajas más. Mi pesimismo antropológico sobre esta carrera y sus organizadores pueden más de lo que se veía reflejado en el papel, y está bien insistir una vez más sobre esto: la Vuelta la salva su extraordinaria participación, lo demás es tedio y hastío de una carrera mal planteada y peor ejecutada.
Tras el primer triunfo de Farrar en una grande -ha disputado las tres de este año, ahora dice que va al Mundial- en Caravaca de la Cruz, y tras el reparador día de descanso, los ciclistas encararon la etapa reina de la Vuelta, la de Velefique. Curiosamente, por esos artes de trilero que demuestran los periodistas de ciclismo, tras el absoluto bodrio vivido en Almería lo de etapa reina pasó a Sierra Nevada, porque la realidad de esta Vuelta es muy terca y siempre se puede aplazar un poco más.… Leer más