Una Sanremo huérfana
Mucho California, mucho que el ciclismo del futuro está por ahí, pero la realidad es que el invierno también ha sido crudo en esa parte del nuevo mundo, y cuando los ciclistas disputaban el Tour de California uno de los mayores peligros era la resbaladiza y peligrosísima combinación de nieve y arena con la que se encontraban, bastante díficil de ver en Europa. Cuando Freire se fue al suelo, dejándose dos costillas rotas y gran parte de la primavera -por no decir La Primavera, la única que cuenta de verdad- fue porque a alguien se le escapó el chubasquero, pero podía haberse roto en cualquier otro lance, más frecuentes que en Europa: carreteras de hormigón -con bastantes grietas en los puntos de unión-, la pastosa mezcla descrita más arriba o competir con corredores del circuito americano, poco acostumbrados a ir en pelotón.
Ya ven: un corredor que desde el año 2000 -cuando debutó con un espléndido tercer puesto- sólo se ha perdido una edición de la Sanremo, que ha ganado la carrera en dos ocasiones y en todas las demás su peor puesto ha sido 8º, no estará el sábado enfrente del Duomo milanés por una estúpida caída en un sitio al que jamás tendría que haber ido.… Leer más