Bajo el barro no hay ciclismo
Se frota las manos el organizador, que a buen seguro ha incrementado el famélico share de los primeros días (las primeras etapas han llegado al 5%, cifras de badminton), gran parte de los aficionados y los ciclistas que han sacado ventaja de esta indecencia prehistórica. Y suerte que no se ha desgraciado nadie importante, porque entonces asistiriamos al típico teatrillo de lamentelle italianas.
La vergüenza se veía venir. A 32 kms. para meta, y justo antes de afrontar el primer tramo de caminos de barro, se cayó el líder de la carrera. Se fue al suelo Scarponi, un especialista en besar el asfalto, y ahí se llevó al pobre Nibali, todavía con su maglia rosa brillante.