Hubo una vez un Benjamín Noval canadiense

Portada del libro, de premonitorio título, de Barry

Aquí hay todo una historia para esos papanatas que creen en el ciclismo limpio, las buenas personas, la redención de la fe a través de la lucha contra el dopaje, Girona y el savoir faire anglosajón. Hoy toca hablar de Michael Barry, el ciclista canadiense que jamás ganó nada y que iba, como una mascota, de equipazo en equipazo.

Un Benjamín Noval canadiense, vamos, pero con algunos matices que lo diferencian. Y no para mejor. Sobre su extraña biografía ciclista ya tuve ocasión de extenderme cuando debutó en el Tour a una avanzada edad, un post del que recuperaré varias ideas, además de la metáfora con la estatua viviente asturiana, con la que compartió equipo -hacían falta dos mascotas- en la temporadas 2004-2006.

Antes de Millar, que va de intelectual del ciclismo, ya estaba Michael Barry: en 2005 contó su experiencia en la temporada 2004 en las filas del UsPostal, un libro reverencial hacia Armstrong y Bruyneel que ahora y entonces da risa leer.… Leer más

Debutantes treintañeros

Como todos los años, una parte muy importante de los participantes en el Tour de Francia son debutantes. Forma parte de la ley natural y de la propia continuidad: siempre hay una primera vez. No es tan natural lo de que un equipo este formado completamente por debutantes, como el Footon, pero tampoco es muy frecuente el caso de los tres corredores treintañeros que también debutan en la carrera francesa.

Jeremy Hunt tiene ¡36 años! y empezó como ciclista en el Banesto de 1996. Esto es: fue compañero de equipo de Induráin. Catorce años después conoce el Tour como ciclista. Fue fichado junto con otro joven sprinter para que los navarros se asegurasen algunas victorias antes del ciclo de grandes vueltas en las que practicaban el monocultivo, y permaneció en la estructura hasta el año 1999. Nunca más se repitió el experimento. Sprinter de serie Z, estuvo hasta el 2007 en equipos de ese mismo nivel.

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