Dos caras, las dos duras
A mí no me gusta mucho hablar de dirigentes, quizás sea por una aversión a esos butanos y delamorenas que pueden llenar horas y horas hablando de pablo, pablito, pablete, de Villar o de cualquier otra persona a que quieren laminar en su poder y autoridad, para ocuparla ellos desde la sombra. Me aburre mucho y esa es la razón por la que apenas he escrito de Pat McQuaid, presidente de la UCI.
El irlandés ganó las elecciones como delfín de Verbruggen, quien había llevado al organismo deportivo ciclista de una manera cesarista. Fue en 2006 y se impuso al español Gregorio Moreno, organizador de la Vuelta a Burgos. Su candidatura alternativa se formó de una manera muy rara y no se tomó muy bien el resultado final. A McQuaid no le han ido muy bien las cosas, con el boicoteo al ProTour, los continuos casos de dopaje y las acusaciones nada veladas de su falta de compromiso en la lucha contra el flagelo de este deporte.… Leer más