Vuelve el landismo

Vuelve el landismo

Sinceramente esperaba poco o nada de la etapa del Mortirolo, el puerto de puertos del ciclismo mundial. Las últimas veces que la carrera se había acercado al mito (2008, 2010, 2012) había sido francamente decepcionante, especialmente por ver a un grupo numeroso coronar en cabeza, o muy cerca de ella, el totem del ciclismo. El Mortirolo es un puerto de paso donde los ciclistas pasan de uno en uno, agrupados en no más de tres o cuatro unidades, en lo que imagino que era el ciclismo antes de los avances científicos. Ayer, gracias al azar, volvió a pasar eso.

No tengo ninguna duda de que la etapa hubiese sido muy diferente de no haber medidado ese elemento de fortuna que tanto incide en el ciclismo, un deporte que a sus calamidades incluye también no pocos elementos azarosos, la mayor parte de ellos derivados de disputarse a la intemperie y en continuo desplazamiento.… Leer más

Contador coquetea con el espíritu de Pantani

Contador coquetea con el espíritu de Pantani

Hoy se reanuda la competición en el Giro de Italia, a punto de encarar sus últimos cinco días de competición, más el día que el ciclismo pierde para vindicarse como deporte, y que conocemos como etapa final, o  paseo final para ser más exactos. Tras el experimento del año pasado en Trieste, que intentó algo diferente, la organización ha vuelto a Milán y las vueltas sin sentido. Es por este motivo -cinco etapas, sólo cinco etapas- que pasar a narrar las últimas tres etapas del Giro produce algo de vértigo. Porque todas lo tuvieron.

Una etapa totalmente llana y de 150 km. entre Treviso y Jesolo, un pueblo de tumbonas y sombrillas en el tómbolo que cierra la laguna de Venecia por el norte, no parece muy apasionante, y menos con la incesante lluvia que ha acompañado a los ciclistas en la segunda semana de carrera, y que seguro traerá alguna consecuencia en la montaña.… Leer más

Las patologías de la política

TitiriteroUna de las señas de identidad del Presidente del Gobierno español era decir “el poder no me cambiará”. ¡Pobre iluso! El poder corrompe y destruye, y te cambia para siempre. El sigue pensando que no, pero los hechos demuestran que está metido en una de las múltiples variantes de esta patología de la política que es el cesarismo, un presidencialismo encubierto.

Ayer se produjo una crisis ministerial extremadamente decepcionante y fallida. Tras haber especulado de la peor manera posible -en una recepción con deportistas tras otro éxito, en plena borrachera de flashes- con la creacción de un Ministerio del Deporte (que a nadie le extrañe: también legisla tras recibir en la Moncloa a padres de adolescentes y niñas desaparecidas ¿populismo? Se queda corto) la solución final adoptada es incluso peor: el Consejo Superior de Deportes dependerá directamente de Presidencia.

¿Se lo pueden creer? Yo llevo desde las tres de la tarde de ayer, cuando me enteré, flipando.… Leer más