Si gana De Gendt gana el ciclismo

Era tan difícil como esto: estar a la altura de la participación en la Volta. El balance, pasado el ecuador de la carrera, es igual de lamentable que en otros años: recorrido insulso, escasa competitividad y una realización televisiva que, en vez de realzar la prueba, la empobrece.

El primer día con final en Calella se dio paso a la señal internacional sin que el helicóptero estuviese en funcionamiento, agraciando al espectador con la ya clásica toma de la recta de llegada con el zoom a tope, quizás en homenaje a la victoria de Paterski el año pasado. Afortunadamente, no se llegó a tales niveles de ridículo y, cuando quedaban poco más de 50 km para meta, ya se vieron imágenes en directo del pelotón.

Imagenes malas, sacadas como si los profesionales fuesen expertos en toreo -coronando un puerto se vio como las motos adelantaban a los fugados, como si no hubiese un sitio mejor ni antes, ni después-, especialmente las de helicóptero: para ahorrarse un segundo aparato que haga de relé, hay una única aeronave que hace unas tomas desde la troposfera, donde se ve a liliputienses escalando montañas desérticas.… Leer más