Triste Romandía, una vez más

Triste Romandía, una vez más

Ya ni siquiera vale como anticipo del Giro: la decadencia del Tour de Romandia es tan grande que vive año tras año ediciones anodinas, una tendencia que se remonta a muchos años atrás, y apenas salvada por las ediciones en donde competía Froome contra Contador, ya lejanas en el tiempo.

De los diez primeros clasificados en la decadente prueba suiza, únicamente tres irán al Giro: Caruso -tercero, y en calidad de líder italiano tras el enésimo parón por Covid de Ciccone-, Pinot en su último año de profesional, y Dunbar el irlandés, que se tiró muchos años sin ir a una grande mientras estaba en el Ineos. Algo le verían.

El Tour de Romandía no interesa a nadie, y de ahí el ganador: Adam Yates, uno que de joven parecía que podía asaltar las grandes (4º en el Tour 2016, su mejor e irrepetible resultado), y que ha terminado mendigando en vueltas de una semana, donde acumula un palmarés que tampoco es para pegar brincos de alegría, y donde su reciente triunfo hace pareja con el que tenía en la Volta.… Leer más

A temporada pasada

Llega el momento de hacer balance de los vaticinios, predicciones y vientres de paloma sajados a principios de este año. Lo crean o no, ya ha acabado la temporada ciclista y, una vez más, los ciclistas señalados en el lejano mes de enero han cumplido con bastante exactitud lo que se esperaba de ellos. En algunos estaba cantado, en otros había más incertidumbre, pero finalmente todos han acabado cayendo bajo la capa de Casandra.

Barceló: una vergüenza con dorsal. Ni se le ha visto. Era otro de esos jóvenes cacareados como el relevo del ciclismo español, y apenas consigue alzarse de los pedales. Ninguna enfermedad ha sido comunicada, salvo la de compartir origen con Javier Lambán y Bunbury. Quizás todo resida ahí.

Bisseger: pocos, muy pocos, hablaban del talento suizo a principios de 2021. Ha completado una temporada magnífica, con victorias en pruebas WT (P-N, Suiza, Benelux), y actitud ofensiva en Flandes, en su debut en el Tour, y en el Mundial.… Leer más

De la raza vasca a la raza danesa

Habrá sido la casualidad la que ha hecho que el mismo día en que Mikkel Honoré ganaba la etapa de Itzulia se anunciase el retiro del profesionalismo de Romain Sicard, el corredor que iba a abanderar el ciclismo vasco y el ciclismo francés durante la década pasada.

Es el signo de los tiempos. Derrotado tras la detención de Jesús Losa, el mandamás del Euskaltel no se rindió en su sueño de crear artificialmente una superraza de ciclistas vascos que ganasen allá donde fuese, con el problema de que el pastel ya se había descubierto. De ahí vienen los simulacros dotados de vida como Astarloza, o el interesante caso de Sicard, criado en el Orbea sub-23 como el übermensch que iba a unificar todo, al gozar de la nacionalidad francesa.

Ganador del Tour del Porvenier y campeón del mundo en 2009, su trayectoria ya fue narrada en este post del que me siento particularmente orgulloso.… Leer más

Una atención especial para…

¡Ya está aquí! ¡Casi a final de enero! ¡La época que nos ha tocado vivir obliga a esto! El domingo empieza la temporada de ciclismo con el Trofeo Luis Puig -rebautizado para la ocasión de manera que agradaría a los alcaldes vacunados contra el Covid-19- y, aunque todos sabemos que no se van a disputar ni la mitad de las carreras anunciadas, aquí está un clásico de este blog, uno de esos que no necesita rebautizarse

Barceló: el corredor español tuvo problemas en la patata el día que la Vuelta llegaba a su pueblo. Se emocionó, y tal. Después tuvo un extraño asunto con que el seguro no quería pagar su operación. Ahora tiene todos los ojos encima para ver si es tan bueno como dicen (no lo es), o si se va convertir en un bailarín de jotas antes de los 30 años.

Bisseger: el talento suizo que brilla contra el crono, escala con los mejores -ganó una etapa en L´Ain en 2019- y se mueve de maravilla en carrera tuvo un 2020 un poco decepcionante.… Leer más

El enemigo del ciclismo está dentro

La posibilidad de que los ciclistas del Giro se fumasen la etapa de hoy estaba sobre la mesa desde el mismo momento de la concepción del recorrido. Ponemos una tappa-monstro con Stelvio más otro encadenado, pero después queremos llevar la carrera a los Alpes piamonteses para un único día, el sábado. ¿Cómo enlazamos?.

Bien con traslado y etapa ya por la zona, con el consiguiente riesgo de fumada colectiva, o bien ponemos una que, aunque hagan huelga de piernas caídas, el desgaste no se pueda evitar. Más o menos así debió ser el germen de la etapa Morbegno-Asti, pasada ya con méritos propios a la historia negra de este deporte.

Un tappone totalmente llano de 250 km.  que llevaría a los ciclistas desde lo más alto del lago de Como hasta las llanuras del Piamonte, una mezcla entre Giro de Lombardía, Milán-Turín por el Monferrato, y Milán-Sanremo antes del Turchino. Una maravilla que hubiese añadido espectáculo, emoción y respeto a este deporte.… Leer más