El Giro de Hindley
Mañana alguno de esos indocumentados que vomitan en Twitter cosas como “ánimo a todos los ciclistas” o “viva el Landismo” dirá eso de que mal se pasa el primer lunes tras una gran vuelta. Imposible hacerles entrar en razón después del tremendo bodrio que ha sido el Giro 2022, una de las peores ediciones de la carrera. Están programados para escupir consignas generalistas, y nada les hará cambiar de opinión.
Una gran vuelta sale horrible por el dominio incontestable de un corredor/equipo (ver lo ocurrido durante el Armstrognato) o por la incapacidad/conformismo de sus supuestos rivales para atacar; en cuanto al día a día, sale horrible por ausencia de competitividad en las etapas, bien por dominio de un sprinter, o por la negligencia del pelotón para dar un espectáculo mínimamente acorde.
El Giro 2022 entra claramente dentro de la categoría del conformismo. De todos, dado que la fuga ha llegado en la mitad de las etapas, y que solo ha habido batalla entre los líderes en dos etapas: en la de Turín y en la Marmolada.… Leer más