La Vuelta ya tiene finales trepidantes

Ozú, la primera de Sagan en una grande llega en Córdoba

Una de las cosas que hicieron la Vuelta más mortecina, tediosa y con una perspectiva de futuro más negra fueron aquellas gloriosas ediciones de hemodopados que, cuando no tenían terreno para aplicar los avances médicos, iban a rebufo en el pelotón mientras sprinters como Petacchi, Wust, Guidi o cualquier otro sumaba a partir de tres etapas por edición.

Añadan los elementos de autovía, final en polígono industrial -o directamente una fábrica- y el tedio habitual inducido por el poco lucimiento del paisaje y el resultado será que en la Vuelta apenas había finales trepidantes, de esos que tanto abundan en Italia, últimamente en el Tour y milagrosamente en nuestra gran ronda por etapas. Antes no los había, no.

El del miércoles en Valdepeñas de Jaén no era muy imaginativo: se subió el año pasado con gran éxito, y esta año se ha repetido tal cual.… Leer más

Otra bolsa de sangre de la que nadie sabía nada. Hasta hoy.

Desde el pasado lunes tienen su ejemplar de Interviú, como todas las semanas, en el kiosko. Viene con un artículo de la Operación Galgo donde son más importantes las formas que el contenido: las primeras crudas y lo segundo escaso. La opinión sobre la revista ya la puse en su momento y sobre sus periodistas especializados en dopaje, pues bueno…son unos buenos tuertos. Es lo que hay.

Lo mejor es el titular (“Mejor ser camella”) y algunas cosas feísimas que se escriben claramente, pero que tampoco van al centro de la cuestión: “La atleta, entre la sorpresa general, ha sido acusada de distribuir sustancias dopantes. Sería, según algunas fuentes de la investigación, la penúltima pirueta para luchar contra el dopaje sin hacer demasiado daño a las estrellas”.

Mejor confesar que te dedicas al menudeo de mandanga que decir que has tomado algo para mejorar tu rendimiento deportivo. Las medallas son sagradas y no se tocan, y muchas están en cuestión.… Leer más

Nada de Espartaco: simplemente Brutus

Este chico, cuando gana, es que gana de verdad. Confirmando los pronósticos de la salida, Cancellara ha ganado el Tour de Flandes que en su programada carrera médico-deportiva se había marcado como objetivo hace dos-tres años, para pasmo de propios y extraños. También se marcó para 2010 hacer algo grande en el Tour, y aunque no vaya a cumplir tan exigente plazo, aquí estamos esperando el momento.

Ha ganado abusando y humillando a sus rivales. Su equipo ha sido el mejor de la carrera. Ya en el Paterberg el ritmo lo marcaban O´Grady y un Breschel que literalmente volaba hasta que un problema mecánico y la torpeza de su equipo (le dieron la bici del australiano) lo dejó fuera de los que se jugarían la victoria. Lo explica muy bien aquí, donde también se puede ver su auténtico entusiasmo -es un decir- por la victoria de su helvético compañero. Debe ser que no le funcionaba la radio y no se pudo enterar.
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