
Por si no bastó el sábado con el inequívoco gesto de Politt al acabar su trabajo de percherón, hoy el UAE ha confirmado que es igual que el UsPostal, y que el ciclismo está igual de mal que entonces: un dominador tiránico del Tour, hasta tal punto que puede permitirse enviar a sus gregarios por delante para que ganen su etapita.
Exactamente igual que hizo Lance Armstrong en el último de sus siete Tour ganados, cuando en la etapa 17 hizo que Savoldelli se infiltrase, y ganase el sprint a Kurt Asle Arvensen (Hartos del UsPostal, titulé). El italiano era amiguísimo de Michele Ferrari, al que lo debe todo, y además proporcionó valiosa información sobre el T-Mobile cuando fichó esa temporada por el equipo de Bruyneel. El premio, además del Giro que ganó ese año, vino en forma de etapa ganada como si Ceacescu tuviese un equipo ciclista.

Ya ven que buena integración con solo un año. Wellens lleva más tiempo en el UAE, pero tampoco exagerado. Llegó en el 2023 con más de 30 años, en principio para apoyar a Pogacar en la campaña de clásicas, y hoy el tirano de esta época ha querido brindar el triunfo a su fiel gregario, que ha ganado de una manera que jamás se le había visto. Con 34 años.
Antes de explicar lo sucedido, esta bien tener presente que el UAE, en los seis años que lleva saliendo en el Tour con Pogacar como jefe de filas, solo ha ganado dos etapas con corredores que no sean el esloveno: una con Kristoff en 2020, cuando Pogacar todavía no era Pogacar, y otra con A.Yates en 2023. Ambas, el primer día de la carrera. Es un equipo construido en torno a un líder, y los gregarios saben a lo que van. Ayuso puede confirmar este último aspecto.
Además, es un proceso de construcción que obligó a que otro belga muy prometedor como Philipsen se tuviese que ir a finales de 2020, porque sabía que no iba a tener hueco en el equipo del Tour con aquel joven esloveno que ya había ganado por primera vez la carrera. Todo para el líder, nada fuera del líder, como suelen ser las estructuras ciclistas que pretenden ganar la carrera, menos el T-Mobile con Zabel, y aquel 2013 del Sky con Cavendish, que solo duró un año.
La etapa fue como la pólvora, y en meta se han registrado otros 47, 4 km/h de media que dejan sobrecogido. Los ciclistas iban en fila india, y la fuga no se formó hasta que quedaban 85 km. para meta, y con integrantes de la más alta cualificación: Van der Poel, Van Aert, Simmons, Campenaert, Alaphilippe…

Jorgenson se intentó infiltrar, pero fue el propio Pogacar en persona el que salió a neutralizarlo. A un corredor que actualmente está el 15º en la general, a más de media hora del liderato. Algo habrá hecho el estadounidense al esloveno, algo, y este se está comportando exactamente que Armstrong con Simeoni, para que vean que el titular no es en absoluto exagerado.
Daba igual quien estuviese en la fuga, hasta un ciego podía ver que el favorito era Wellens, que estaba realizando un Tour sensacional. ¿Wellens? ¿Tour de Francia? Espera un momento, aquí falla algo: ¿estamos hablando del mismo corredor que durante muchos años no ha ido a la carrera alegando criptoargumentos sobre el abuso de corticoides, inhaladores de asma y el nivel de exigencia médica que exige? ¿El mismo?
Sí, el mismo. A Wellens nunca le ha gustado el Tour de Francia. La de este año es su sexta participación en trece años de profesional. No debutó hasta 2015 y no hizo absolutamente nada, a pesar de que ya era un joven prometedor en su tercera temporada de profesional, y había realizado grandes actuaciones en su terreno, el de cazaetapas, en otras carreras de prestigio. En 2017 abandonó por una “alergia al sol”, aunque creo que fue ese año cuando le picó una avispa, y su foto hinchado dio la vuelta al mundo.

Después apareció en 2019, en 2022 volvió a abandonar, y el año pasado ya estuvo en el ocho de confianza de Matxín, Giannetti y Pogacar. ¿Saben cual ha sido su mejor puesto de etapa en sus seis participaciones? 13º, en 2017. En sus primeras cuatro participaciones con el Lotto iba con libertad, y aún así ese es su expediente.
Da todo absolutamente igual con el UAE, con este UsPostal y esos tiempos pasados que están muy presentes. Hoy tocaba ganar, y de qué manera. Mientras por delante se formaba el grupo de los más selectos en la subida más dura de la jornada, Wellens iba escondido al final del cuarteto, haciendo que sufría, escaqueándose.
Cuando quedaba poco para coronar, atacó sentado. Todos iban al límite, y atacó sentado. Quedaban 43´6 km. a meta, gran parte de ellos de descenso -se pasó al lado del lago de la Montaña Negra, el que alimenta el Canal del Midi-, y todos sabíamos que no le iban a dar alcance. Nunca se da alcance al Didier Rous del año.
Dada su condición de campeón belga, la escena recordó poderosamente a cuando su compatriota Ludo Dierckxsens ganó con el mismo maillot una etapa en el Tour 1999. Todos sabían que iba dopado, porque fue uno de los mayores trolls de la #EPOGoldenAge, y además por cómo consiguió ganar: con otra escapada en solitario, no tan larga como la de Wellens. Ha muerto este año con 61 años.

43 km. a meta, ojo, y por detrás persiguiendo grandes corredores como Simmons, Laurence, Stuyvens, Valgren, Madouas, Nys, Romeo…En meta dijo que quería ganar con gran diferencia para saborear la victoria: con 34 años, después de haber dado casi toda su vida de profesional la espalda a la carrera, y gana de esta manera. La magia del UAE Postal.
Campenaerts se adelantó a sus compañeros de fuga y fue a por el segundo puesto; estaba claro que era la etapa que tenía marcada, al igual que el año pasado en Barcelonette, pero el UAE es intratable. En el sprint del grupo de fugados, Alaphilippe sprintó por el centro y consiguió batir a Van Aert, para pasar a celebrar como si hubiese ganado.

El francés, que se había caído cuando quedaban 130 km. a meta, consiguió volver a entrar en el grupo gracias a uno de sus habituales trascoche, y adujo que tenía la radio estropeada y no sabía que iba un corredor fugado desde hacía 43 km., para que vean lo engorilado que iba: no sabía lo de Wellens, y tampoco lo de Campenaerts. Otro que se había marcado esta etapa, sin duda. Y no es la primera que le pasa algo así, por no citar su Lieja 2020.
Así las cosas, y dado el nivel mafioso-deportivo que empieza a mostrar el UAE (meándose en la cara del pelotón al permitir ganar a un gregario, y de qué manera), no se descarta que en los Alpes ese rufián informe que se llama Marc Soler no acabe ganando una etapita, porque la magia del UAE todo lo puede. En la etapa de hoy se ha visto: Pogacar neutralizando en persona a un Non-Player Character, y un gregario de 34 años ganando una etapa como jamás había ganado antes. Jamás.
Quizás lo más trágico de todo esto sea que Wellens, un actor del circo ciclista al que se tenía por creíble en sus rendimientos, haya sucumbido a la codicia de la victoria, de ser protagonista, de tener una etapita. El anterior post lo acabe con un ¡ay! del que lo quiere todo, y ahora mismo es imposible no pensar y desear que el UAE acabe como Pantani, como el UsPostal y como todos aquellos que hicieron en carrera lo mismo que están haciendo ahora mismo. Ojalá sea así, cueste lo que cueste.
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Ideal para estos calores. Dicen que ningún hombre que haya pasado ya la pubertad se los tiene que poner, pero ande yo fresquito y que se rían los demás #publicidad
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Carlos Rodríguez ha hecho un etapón. Se infiltró en la fuga tardíamente y ha conseguido subir un puesto en la general a costa de Healy, cuyo equipo tuvo que tirar en la fase final de la etapa para que la ventaja no se fuese a los 6´. Un etapón por la media, y por lo impropio de ver a un corredor español de general intentando recuperar tiempo en una etapa tirando a llana, o de transición.
A pesar de su encomiable actuación, la pareja de faunos de TVE lo han despreciado en todo momento, como puede corroborar cualquiera que haya seguido la retransmisión: “no se que hace Carlos ahí”, “se ha quedado en muy mala situación”, “cuidado que se puede agotar”, para únicamente pasar a reseñar su actuación hacia el final, y con la boquita pequeña: ni siquiera tomaron tiempos en meta a ver si conseguía superar a Healy.

Carlos Rodríguez hubiese ido mucho más cómodo en el pelotón, como en el pasado hicieron Mancebo, Casero, Beloki, aquel cáncer que era Haimar Zubeldia o, sin ir más lejos, Enric Mas. “Que esto es muy duro, Pedro, y hay que reservar fuerzas”. Yo les digo que jamás he visto a un ciclista español hacer lo que ha hecho hoy Carlos Rodríguez: tan bien, con tanto encomio y dedicación, y con tanta renta.
E, igual que les digo esto, también les quiero dejar lo que les ha parecido la pareja que narra el ciclismo desde hace más de 25 años, porque realmente no les gusta su trabajo, son incapaces de decir nada fuera del guion de todo está perfecto, y simplemente aspirar a cobrar la nómina, mientras desprecian a un ciclistazo como Carlos Rodríguez porque tuvo la sabia decisión de decir no a la maldita Patrulla Canina: de haberse ido a la perrera navarra, hoy hubiese entrado junto al pelotón.

Solo le ha faltado señalarse la vena. Y lo que nos queda por ver aún.
Buenas.
Huele a podre: respecto a toda la primera parte del post. Ya llevamos muchos años con ciclismo de tres velocidades: la del UAE, la del Visma y la del resto (al menos en el Tour). No sé si será bueno o malo que caigan. Total ya han caído otras veces muchos de los que están y acaban volviendo: Matxin a la cabeza.
Sobre la segunda parte, sobre lo de Carlos Rodríguez, es un puñetazo en la mesa de las retransmisiones que hace el dúo cómico. No es (no lo parece) un tío graciosillo, ni de dar titulares, en comportamiento es lo más parecido a Indurain desde su retirada. Como corredor, un fondista como la copa de un pino que espero que siga subiendo posiciones en esta última semana.
Gracias por el post.
Un saludo
Para mí, va a quedar como uno de los momentos a recordar del Tour ese momento en el que Carlos se ha quedado solo en tierra de nadie, detrás del grupo de Campenaerts y compañía. Cualquier otro se hubiera dejado caer y absorber por el otro grupo perseguidor. Sin embargo no ha cejado en su empeño y a base de constancia ha conseguido enlazar. Bien podrían otros tomar ejemplo de ese carácter.
La frase literal de Probenecid ha sido “no están recortando nada a Carlos Rodríguez”, con ese soniquete escéptico que pone, y también ha dicho “está haciendo un gastro tremendo que podría pagar”. Lamentable.
durante la última década nos decían que los gregarios subían más que los líderes de otros equipos porque gestionaban mejor sus esfuerzos. Hoy fue una etapa de gregarios yendo a tope de forma innecesaria, así que ya inventarán otra excusa
Lo diré: Don Carlos Rodríguez está siendo víctima de la sanción encubierta a Ineos-Sky. De no ser así, estaría peleando por el podio.
No veo ningún sentido a nada de lo que dices
Otra nueva obscenidad. Wellens podía haberse hecho 50 kilómetros más sin bajar el ritmo.
Tal y como dices, es de ciencia ficción que no le hayan podido meter mano con los potros de carreras que había detrás.